Una chica menuda que llevaba pendientes en las orejas, las cejas, la nariz, el labio y el ombligo, entró en la oficina de admisión del colegio donde atendía el profesor Brandon. A él le disgustó su aspecto, pero ella parecía agradable y además escucho atentamente las instrucciones sobre los requisitos de admisión. Cuando el profesor le dijo que tendría que presentar una instancia de vacunación, ella se quedo helada y le preguntó nerviosamente:
− ¿Eso quiere decir que me van a pinchar con una aguja?
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