domingo, 27 de septiembre de 2009

Manco Cápac

Cuando un astuto aymara trabajaba sus tierras, el arado golpeó lo que parecían dos curiosas piedras blancas. Los cogió y vio que eran cráneos humanos; uno grande y el otro pequeño. En seguida, pensó un plan. Tomó el cráneo más grande y se dirigió a donde paseaban unos turistas, cerca de unas ruinas arqueológicas del lugar. Se acercó a uno de ellos, sacó el cráneo y dijo: «Este fue Manco Cápac, el gran rey del Imperio Incaico. Se lo vendo barato». El turista no pudo resistirse y compro la calavera. El campesino tomó el dinero y fue directamente al pueblo, donde se gastó hasta el último centavo. Luego volvió a su casa, tomó el cráneo pequeño y se dirigió de nuevo en busca de los turistas. Vio al mismo grupo de gringos y se dirigió al que le había comprado el cráneo grande.
Este fue Manco Cápac, el gran rey del Imperio Incaico − indicó, otra vez.
¡Pero será posible!, si me vendió usted su cráneo esta mañana.
Sí, señor. Pero aquel era el de Manco Cápac adulto; éste es de cuando Manco Cápac era sólo un niño.
Reseña histórica.
Es bueno recordar que, Manco Cápac fue fundador, según la leyenda, del Imperio Incaico, de la ciudad de Cusco y de la dinastía de los Incas (s. XII).
Los Aymaras son un pueblo indio de Bolivia y del Perú, que habita en la región del lago Titicaca. Los aimaraes fueron sometidos por los incas en el s. XV, antes que éstos, como atestiguan las ruinas de Tiahuanaco, lograron un alto grado de civilización. Durante la Conquista lucharon contra los españoles. Su lengua se habla todavía en nuestros días.

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