viernes, 22 de octubre de 2010

Olvidadizas... ¿Solo Ellas?

Dos mujeres hablaban de los inconvenientes de la vejez con el padre del bueno de don Layo que era aún más bueno:
A veces – confesó una de ellas −, cuando estoy ante el frigorífico, no puedo recordar si es para sacar o meter algo.
Eso no es nada – dijo la segunda −. Hay veces en que, al pie de las gradas, me pregunto si tengo que subir o si acabo de bajar.
¡Caramba! – exclamo el abuelo −. Me alegro de no tener esos problemas – y al decir esto, dio con los nudillos en la mesa, para ‘tocar madera’ −. ¡Jaaah! – vociferó en seguida, levantándose rápidamente de la silla −. ¡Alguien está llamando a la puerta!

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