lunes, 9 de agosto de 2010

Aprobado

En la Fuerza Aérea, parte del procedimiento de selección de hombres consistía en plantear al candidato una situación hipotética que no admitía respuesta correcta alguna. Después, éste debía discurrir la solución que proponía con el grupo de seleccionadores, quienes intentaban hacerle cambiar de opinión y observaban sus reacciones. Durante una de las entrevistas se pidió al cadete Brandon, que imaginara que iba conduciendo un automóvil deportivo de dos plazas, un día muy frio. Y que al pasar por una parada de autobús reconocía a una anciana que vive en el departamento contiguo al suyo y padece artritis, también a un cirujano que en cierta ocasión le salvó la vida y a una bella joven por la que había estado interesado desde hace tiempo. ¿A quién llevaría?
Sin titubear, el cadete Brandon respondió que habría entregado las llaves del coche al médico, para pedirle que llevara a la anciana a casa. Y él, por su parte, se habría quedado a esperar el autobús, siguiendo los dictados de su corazón.

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