sábado, 28 de noviembre de 2009

Colado Detrás

Una mañana, cuando el bueno de don Layo iba en su moto a su trabajo, un policía que circulaba delante de él se saltó un semáforo en rojo. El hizo exactamente lo mismo, y el agente le indicó inmediatamente que se detuviera junto a la acera. Antes de que pudiera sacar el talonario de multas, le dijo: «Lo siento, agente, me he limitado a seguir a la ley». El poli sonrió y le hizo ademán de seguir su camino.

Cúmulo o Montón

El profesor Sir Layo Brandon, en su clase de Geofísica, hablaba sobre las maravillas del universo.
Este mundo en que ustedes viven, esta Tierra grande, vibrante, rotatoria, es una congerie de increíbles maravillas.
Tras una larga pausa, muy preocupado su alumno Quisbert, que estaba atento en primera fila, dijo:
Pues a nosotros no nos parece tan mal.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Entrometido en Doble Error

El bueno de don Layo, durante un vuelo de São Paolo a Madrid, ocupó el asiento contiguo al de un desagradable pasajero que se pasó la mayor parte del tiempo molestando a un auxiliar de vuelo, el cual satisfacía rápidamente cada exigencia de aquél. En cierto momento, su indeseable vecino de asiento le dijo al auxiliar:
− Jamás me había tropezado con una persona tan estúpida como usted.
En cabio, usted es el caballero más afable que he conocido – afirmó el auxiliar de vuelo con tono tranquilo.
Pero es muy probable que ambos estén equivocados – dijo don Layo, entrometiéndose.

martes, 24 de noviembre de 2009

Horarios Diferentes

Todas las noches, después de que sus padres se durmieran, Mario Quisbert el travieso iba de puntillas a la sala de estar y llamaba por teléfono al azar a distintas personas, hasta que se aburría y se quedaba dormido.
Una noche, su madre se sentó en el sofá, a esperar la llegada del bribón, al que había desenmascarado.
¿Sabes? – le dijo, cuando Mario apareció a las tres y cuarto de la madrugada −. No se debe telefonear a la gente por la noche. A estas horas, todo el mundo está durmiendo, y no está bien despertar a nadie con una llamada.
− ¡Bueno, no te preocupes, mamá! – dijo el pequeño −. Si marcas muchos números seguidos, te contesta gente de muchos lugares donde ya ha amanecido.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Buen Conductor

Un alumno del primer curso de primaria cortó de su jardín una enorme rosa roja para llevársela a su maestra. Soplaba un viento muy fuerte, y al dirigirse al bus-escolar que esperaba, las ráfagas le fueron arrancando los pétalos uno a uno. Cuando con expresión de tristeza subió al vehículo, no le quedaban más que un tallo con uno o dos pétalos. El bueno de don Layo que conducía el bus-escolar, hizo después una parada imprevista. Los alumnos le vieron acercarse y luego hablar con alguien a la puerta de una casa. Y a su regreso puso en manos del chiquillo una rosa aún más hermosa, cortada con permiso de su dueño.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Astucia

Dos empleados del colegio comentaban:
El jefe, el profesor Brandon, ha convocado una reunión para hoy a las cuatro – dijo uno.
¿Porqué quiere siempre que sean en viernes y a las cuatro de la tarde? – preguntó el otro.
Por que todos se apresuran en darle la razón.

Buena Idea

Una madre de familia se quejaba al profesor Brandon, de que sus dos hijos pequeños discutían constantemente por el reparto de las cosas.
¡No aguanto más! – decía angustiada.
Es un problema fácil de resolver – respondió el profesor −. Simplemente, escoja a uno de ellos para que haga el reparto y deje que el otro elija primero.

Contra el Parabrisas

Al lugar donde acababa de ocurrir un accidente automovilístico, se acercó apresuradamente el bueno de don Layo y vio una escena espantosa en el interior del coche, contra el parabrisas. Sin detenerse, corrió hasta el teléfono más cercano para solicitar una ambulancia, y en seguida volvió al automóvil por ver si podía prestar algún auxilio.
¿Está usted herido? – preguntó don Layo al conductor, que parecía que se movía junto al volante.
No, en absoluto – contestó tan tranquilo, el conductor −, pero, la ‘pizza’ que traía ha quedado hecha una plasta en el parabrisas.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¡Menos Mal!

Un músico, amigo del bueno de don Layo, se murió tras haber dejado escrito que enterraran su flauta con él. Don Layo preguntó a la viuda:
− ¿Qué pensaste cuando supiste que tu esposo deseaba que colocaran su flauta dentro del ataúd?
− Pensé que era una bendición que no fuera pianista.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Hospital

La esposa del profesor Brandon, la señora Yola, subió en el ascensor de un hospital a la vez que un empleado vestido de blanco que llevaba un extraño aparato. Era muy grande y tenía gran cantidad de mandos, barras, válvulas, medidores, indicadores y botellas invertidas.
¡Qué barbaridad! – Comentó la señora. – No me gustaría nada estar conectada a esa máquina.
El empleado respondió:
− A mí tampoco, señora. Es un lavaalfombras.

Entonces...

En la clase de Antropología del profesor Sir layo Brandon, su inquieto e intrépido alumno Quisbert le preguntó:
− ¿Los papás saben siempre más que los hijos?
− Sí. – respondió el profesor.
− ¿Quién inventó la máquina de vapor?
− James Watt.
− Bueno, ¿Y por qué no la inventó entonces el papá de James Watt?

viernes, 6 de noviembre de 2009

Buenas Referencias

El empleado más perezoso del colegio, pidió una carta de recomendación al director, que por entonces era el profesor Sir Layo Brandon. Este meditó durante toda la noche, buscando algo que no fuera mentira y que, a la vez, no perjudicara al muchacho. Finalmente, escribió: “Afortunado será si logra que trabaje para usted

Anuncio de Vida

El bueno de don Layo, tenía un escritorio viejo que apreciaba mucho por haber pertenecido a su bisabuelo, héroe nacional muerto durante la revolución. De noche, el mueble cobraba vida, su esposa doña Yola decía oír como si alguien abriera los cajones, escribiera con una rechinante pluma de ave y golpeara con fuerza el escritorio. Aunque los ruidos la asustaban al principio, la señora acabó por acostumbrarse, convencida de que era el espíritu del bisabuelo de su esposo.
Don Layo sabía que en realidad se trataba de unos escarabajos que estaban royendo la apolillada madera. 'El espíritu inventado por algunos miedosos suele ser un insecto que, lejos de anunciar la muerte, hace ruido para anunciar la vida'. Pensó.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Desgastado

El bueno de don Layo se encontró casualmente con una amiga después de muchos años. Y ella le contó que tenía en curso su divorcio, y que estaba muy desilusionada de quien fuera su marido. Don Layo le dijo a la mujer:
− Pero algo positivo debía tener tu marido cuando te casaste con él hace siete años.
− Sí, lo tenía, pero lo hemos gastado hasta el último centavo.

Vergüenza sobre ruedas

El padre del bueno de don Layo, que era aún más bueno, llevó su viejo y antiguo automóvil de color verde que tenía muchas abolladuras y arañazos, a un taller, y preguntó al mecánico por que le había costado tanto trabajo arrancar el coche por la mañana. El mecánico miro el vehículo con cara de reproche y respondió: «Probablemente ya le daba vergüenza salir con esa pinta».

Un Beso

El profesor Sir Layo Brandon, en la clase de laboratorio de química trabajaba a menudo ayudado por otros maestros, sobre todo con los grupos más inquietos y revoltosos. Un día comenzó a dar la práctica nada más entrar. Por el rabillo del ojo, vio que la guapa maestra que le ayudaba sacaba una barra de labios muy roja y, con gran cuidado, se pintaba los labios muy generosamente. «Que extraño en ella», se dijo.
Cuando sonó la campana, el profesor Brandon se despidió de sus alumnos, todos varones y adolescentes, y les dijo que se habían portado excepcionalmente bien. Entonces, la maestra ayudante comentó:
Jóvenes, estoy segura de que nuestro profesor de química ha pensado que hoy me he conducido de modo muy extraño. ¿Alguno de ustedes querría explicárselo?
El alumno Quisbert que estuvo en el grupo, levantó la mano y habló:
Ella nos dijo, que si alguno de nosotros se portaba muy bien hoy, le daría un beso muy fuerte.