jueves, 12 de noviembre de 2009

¡Menos Mal!

Un músico, amigo del bueno de don Layo, se murió tras haber dejado escrito que enterraran su flauta con él. Don Layo preguntó a la viuda:
− ¿Qué pensaste cuando supiste que tu esposo deseaba que colocaran su flauta dentro del ataúd?
− Pensé que era una bendición que no fuera pianista.

No hay comentarios: