lunes, 23 de noviembre de 2009

El Buen Conductor

Un alumno del primer curso de primaria cortó de su jardín una enorme rosa roja para llevársela a su maestra. Soplaba un viento muy fuerte, y al dirigirse al bus-escolar que esperaba, las ráfagas le fueron arrancando los pétalos uno a uno. Cuando con expresión de tristeza subió al vehículo, no le quedaban más que un tallo con uno o dos pétalos. El bueno de don Layo que conducía el bus-escolar, hizo después una parada imprevista. Los alumnos le vieron acercarse y luego hablar con alguien a la puerta de una casa. Y a su regreso puso en manos del chiquillo una rosa aún más hermosa, cortada con permiso de su dueño.

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